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“No hay necesidad de ser armenio para responder con ayuda humanitaria, necesitamos ser humanos comprometidos”

En el programa de este martes entrevistamos a Alberto Salvatierra, estudiante de derecho tucumano y Diplomado en DDHH, quien junto a otros 3 argentinos se sumará a la misión en Armenia con Cascos Blancos dependiente de la Cancillería Argentina, contándonos la actualidad del conflicto entre Armenia y Azerbaiján desde su experiencia.

Sobre el organismo Cascos Blancos, Alberto contó que forma parte del Ministerio de Relaciones Exteriores y Culto de la nación Argentina, cuya función es participar en “misiones humanitarias en todo el mundo llevando a cabo 700 participaciones hasta el momento”. En su caso particular se incorporó con capacitaciones desde el 2016 y actualmente “por iniciativa de las colectividades armenias argentina y cancillería han abierto convocatorias para conformar una misión humanitaria para los desplazados de Artsaj y ahí fue cuando entré y quedé seleccionado. 

Entre los antecedentes que llevaron a involucrarse como voluntario, destacó sus estudios en Derecho e hizo una Diplomatura de Derechos Humanos. “Estudio el genocidio armenio de 1915 a 1923, he llevado actividades de promoción sobre el estudio y la importancia del reconocimiento de este hecho sino también en la educación a partir del estudio del genocidio. Así comenzó su conexión con Armenia en 2020, “trabajando como voluntario con Armenian Volunteer Corps (Cuerpo de Voluntarios de Armenia) haciendo control de medios en la zona de conflicto de Artsaj (República de Nagorno Karabaj). Posteriormente comenzó a dar clases en la Universidad Europea de Erevan e integré la Armenian Volunteer Network, donde trabajan el acceso y mejora de la educación de los armenios en ese país. “Actualmente soy coordinador de esta ONG y dicto clases de ELE (Español como Lengua Extranjera) en diferentes universidades de Armenia.

“Mi interés nació por Armenia con respecto al genocidio, porque no había información al respecto”, indicaba el docente. “A medida que me interioricé entendí por ejemplo que el término genocidio creado y acuñado por Rafael Lemkin hace alusión a lo que sufrieron los armenios entre 1915 1923, o sea esta masacre y limpieza étnica que sufrió el pueblo armenio y a partir de ese momento me comprometí con esta causa”, explicando además que no tiene ascendencia armenia, “pero culturalmente por una cuestión de identidad y de corazón sí soy armenio”.

El contexto del conflicto entre Armenia y Azerbaiján

Desde el punto de vista histórico, “lo primero que me parece importante decir es que el pueblo armenio, a lo largo de su historia, ha perdido alrededor del 70% de su territorio por Turquía y Azerbaiyán”, comenzaba indicando Alberto. En segundo lugar destacó que “Armenia es el primer estado cristiano del mundo surgido en el 301 d.C., por lo que el cristianismo hace parte central de la cultura e identidad del pueblo armenio”. 

Respecto al conflicto en Nagorno Karabaj, es una porción de territorio que pertenece a Armenia cultural y étnicamente. Su población son 120.000 armenios que vivían en Artsaj, quienes sufrieron por parte de Azerbaiján y del ejército Azerí una limpieza étnica”. 

Esta porción de territorio en 2020 entró en conflicto bélico entre ambos estados. A partir de diciembre 2022, “la única conexión que tenía con el exterior era el corredor de Lachín, donde los rusos auspiciaron de pacificadores custodiando el ingreso de ayuda humanitaria y medicina, lo que cambió con la decisión unilateral del gobierno Azerí de bloquear el acceso hacia Artsaj.

El conflicto, según relataba el especialista, llegó a una escalada de violencia mucho mayor cuando Azerbaiján toma la decisión de reconquistar esta porción de territorio que reclaman como suya, obligando a 120,000 personas a ser desplazadas. La república, además, nunca tuvo reconocimiento y conforme al derecho internacional pertenece a Azerbaiján, pero étnica y culturalmente son armenios.