ISBN: 978-987-8421-28-5 Autor: Roberto Di Stefano Idioma: Español Temática: Religión Disciplina: Historia | Nro. de páginas: 136 p. Tamaño: 16 x 22 cm. Formato: Libros Año de edición: 2024 |
¡Ave María Purísima!
¡Sin pecado concebida!
El saludo, habitual en los campos argentinos, aludía a uno de los principales misterios
marianos: el de la Virgen concebida sin la “mancha” del pecado original. La fiesta litúrgica de la Inmaculada Concepción, que se celebra el 8 de diciembre, pasó de la Europa oriental a Occidente hacia el siglo XI, encendiendo a la vez intensos fervores y fuertes debates teológicos. Particularmente en España, donde las controversias entre defensores y detractores de la tesis inmaculista alcanzaron un alto grado de virulencia e involucraron no sólo a los teólogos y al clero, sino a los mismos seglares, que llegaron a enfrentarse violentamente en las calles. En 1616 Felipe III asumió la defensa de la causa inmaculista, la convirtió en una suerte de emblema de la monarquía y logró poner punto final a las disidencias. A partir de la bula Ineffabilis Deus de 1854, que elevó la antigua creencia a la categoría de dogma de la Iglesia Católica, el culto de la Inmaculada Concepción adquirió fuertes connotaciones políticas antimodernas. Así, de auxilio contra los moros y los herejes en España y contra los malones indígenas en América, la Inmaculada se convirtió en bandera del catolicismo intransigente contra los errores del mundo moderno.
Esta obra relata y analiza la evolución del culto de la Inmaculada Concepción en Argentina desde la era colonial hasta la presidencia de Carlos Saúl Menem, que le devolvió al 8 de diciembre el rango de feriado nacional. Explica sus momentos de expansión y de estancamiento, su relación con otras devociones marianas y los muy diferentes significados que le fueron atribuidos como estandarte de combate contra los enemigos de la Iglesia: la amenaza indígena, el liberalismo, el racionalismo, la ciencia impía, el laicismo, el peronismo, el comunismo y el “abortismo” de fines del siglo XX.