Santo Domingo de Guzmán insertó en el ideal de su Orden el estudio orientado al ministerio de la salvación. Eso explica que en el libro de las Constituciones, exprese que “el estudio siempre debe estar dirigido principal, ardientemente y ante todo para poder ser útiles al prójimo”.
Los primeros dominicos hicieron de algunos de sus conventos escuelas de Filosofía y Teología, en que se consagraban al estudio de manera constante y metódica. En el medioevo los principales centros en que se cultivaban las ciencias de la época eran llamados Estudios Generales y hacia fines del siglo XII, algunos de ellos adoptaron el nombre de “Universidad”, para designar el conjunto de profesores y alumnos.
Significa lugar en donde se realizan los estudios de la carrera eclesiástica. Hoy según el nuevo Código de Derecho Canónico se utiliza el término “formación”. No todos los conventos pueden tener un estudio, sino únicamente aquellos que llenan las condiciones requeridas de local, biblioteca, profesores, alumnos, etc.
En Argentina se funda en el convento de Córdoba el primer Estudio General.
En Buenos Aires se estableció en el convento dominicano, el Estudio de Filosofía. Al fundarse en 1724, la nueva Provincia dominicana de Buenos Aires, Tucumán y Paraguay, el Estudio se transformó en Estudio General de Filosofía y Teología.
Comienzan a dictarse sistemáticamente cursos de filosofía y de teología ordenados a la formación académica de los candidatos al sacerdocio y con la participación de estudiantes externos como oyentes.
Las Orden religiosas sufrió la expoliación de algunos de sus conventos por los gobiernos civiles.
Se suprime el convento de Buenos Aires, manteniéndose el Estudio solo en el de Córdoba.
El gobierno restituye el convento porteño, que luego de 4 años se recuperan como Casa de noviciado y Estudios Superiores.
Por una disposición del Visitador General, fray Segundo Fernández, se centran los estudios inaugurándose en Córdoba el “Estudio General” con los estudiantes locales y los de Buenos Aires y Tucumán.
La Casa de Estudios y el noviciado se trasladan a Buenos Aires y una vez concluidos los estudios filosóficos, los estudiantes eran enviados al exterior (a Europa, o a Lima, entre otras) para terminar la carrera. Veinte años más tarde se reiniciaría la enseñanza de la Teología en este convento de San Pedro Telmo.
Fueron creadas la Facultad de Filosofía, y el Instituto Teológico “Santo Domingo”, y el Centro de Estudios de la Orden se incorporó a la Universidad del Norte Santo Tomás de Aquino (UNSTA), que tiene su sede central en la Ciudad de San Miguel de Tucumán.
Fr. José Manuel Pérez, ilustre tucumano, quien fue Provincial (1847) realizó sus estudios en el convento de Buenos Aires, siendo más tarde catedrático de Filosofía en el mismo entre los años 1834-1837.
En el atrio del templo de Santo Domingo en Buenos Aires, donde funciona la Sede del Centro de Estudios Institucionales de la Orden de Predicadores, se encuentra el mausoleo que guarda los restos del General Manuel Belgrano.