“El sol no se apaga durante la noche, se nos oculta por un tiempo, pero no deja de dar su luz y calor. El docente es como el sol…no deja de irradiar su luz y calor a los educandos, aunque únicamente sabrán apreciarlo aquellos que se dignen girarse hacia su influjo”. Papa Francisco
La educación vive la metáfora del buen sembrador que se preocupa por sembrar, no siempre con la posibilidad de ver los resultados de su obrar. Sabemos que la formación de una persona se desarrolla en un proceso realizado durante años, por muchos educadores, comenzando en el entorno familiar. Y en nuestra universidad en gran parte completan el recorrido formal, pues aquí obtienen su título de grado o de posgrado.
Y el profesor irradia luz y siembra en cada alumno, a cada paso por nuestras aulas. Su servicio no solo es noble, contribuye a la formación de cada ciudadano y es la “base de toda transformación de progreso humano, tanto personal como comunitario”(Papa Francisco).
Esta pandemia que estamos viviendo con tanta preocupación y aislamiento, nos impidió encontrarnos en las aulas de nuestra universidad el primer día de clases. El comienzo de las actividades académicas fue muy diferente pues debimos virtualizar nuestra enseñanza de la noche a la mañana, porque necesitábamos estar rápidamente en contacto con nuestros alumnos.
Agradezco en nombre de la UNSTA a uds, por la disposición inmediata, el esfuerzo que supera cualquier dedicación, las ganas y el compromiso con la universidad y en definitiva con el alumno.
En esta Semana Santa queremos especialmente estar cerca de uds, esperando que la vivan de manera especial en el seno de cada una de sus familia, celebrando nuestra fe en comunión, pidiéndole a Nuestra Señora del Rosario nos proteja especialmente.
Cr. Francisco López Cruz
Rector
UNSTA